Una historia, un olvido... el discurrir invisible de lo que existió y se desconoce

Este espacio pretende entender la historia como una disciplina que proporciona, tanto la información como los instrumentos necesarios para conocer el pasado, pero también como una herramienta para comprender al "otro", a nosotros mismos y a la sociedad del presente en la que interactuamos.

Conocer la historia de los gitanos españoles es esencial para eliminar su invisibilidad, entender su situación en la sociedad y derribar los estereotipos acuñados durante siglos.

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jueves, 19 de enero de 2017

Ciclo de conferencias “El exterminio de los gitanos: la Gran Redada de 1749”

La Gran Redada, también conocida como Prisión general de gitanos, fue una persecución autorizada por el rey Fernando VI de España, y organizada en secreto por el Marqués de la Ensenada y el Gobernador del Consejo de Castilla, que se inició de manera sincronizada en todo el territorio español el miércoles 30 de julio de 1749 con el objetivo declarado de arrestar, y finalmente «extinguir», a todos los gitanos y gitanas del Reino de España.
Con la creación en 1721 de la llamada Junta de Gitanos se llegó a la conclusión de la inutilidad de la política seguida hasta entonces hacia el Pueblo Gitano y se acordó emprender el “exterminio” biológico.
La Gran Redada es uno de los episodios más oscuros de la Historia de España y constituye el culmen de la saña persecutoria antigitana. Es, el intento de genocidio más antiguo de la historia universal. Sin embargo, no fue más que una línea de continuidad del proceso de gestión política y legislativa de la cuestión gitana en el territorio español.
Entre 9.000 y 12.000 personas de todas las edades fueron apresadas aquella nefasta noche. 16 años después casi 4000 seguían presas cuando Carlos III les concedió su indulto en 1765.
Los gitanos y gitanas capturados en el Reino de Valencia (y algunos procedentes de las provincias colindantes) recibieron diferente tratamiento según su género y edad: los hombres y niños mayores de 7 años fueron enviados al Castillo de Santa Bárbara de Alicante; mientras que las mujeres, niñas y niños menores de 7 años fueron encarceladas en el Castillo de Denia.
Durante el mes de febrero, en colaboración con el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil Albert organizamos un ciclo de conferencias en el cual tendremos la oportunidad de escuchar a cuatro de los mejores especialistas en este aciago episodio:
2/2/17 La redada y el proyecto de "exterminio" de 1749 en el antiguo reino de Valencia
Manuel Martínez Martínez
8/2/17 La prisión general de los gitanos: sus consecuencias para el flamenco y la Historia de España
Antonio Zoido Naranjo
15/2/17 Lo que pensaban los déspotas sobre los gitanos
José Luis Gómez Urdáñez
22/2/17 El impacto de la Gran Redada de los Gitanos desde una perspectiva decolonial
Helios F. Garcés
Todas las conferencias tendrán lugar en la Casa Bardín (Calle San Fernando, 44. 03001-Alicante) y comenzarán a las 20 horas

domingo, 1 de enero de 2017

Captura de varios gitanos estantes en Iglesuela (Toledo) en cumplimiento de la Real Cédula de 19 diciembre de 1572 (9/1/1573)

En el lugar de la Iglesuela de este marquesado y jurisdicción de esta dicha villa, supo y vino a su noticia (del alcalde), que en el dicho lugar estaban ciertos gitanos. Y luego los mandó prender con toda diligencia. Y se prendieron tres de ellos, que son de la calidad siguiente: el uno viejo como de edad del parecer de 55 años o más, según por él y sus canas blancas se parecía. Y el otro como de 40 años escasos, mozo recio y al parecer sano. Y el otro de la dicha edad de los dichos 40 años, poco más o menos, y al parecer manco de la mano. Y no se prendieron más porque huyeron otros dos, contra los cuales, el dicho señor alcalde mandó dar su carta requisitoria para que fuesen en su perseguimiento.

Vista de Iglesuela -Wikipedia-

Presos esperando en la cárcel a ser llevados a galeras

COMENTARIO: La Real Cédula de 19 de diciembre de 1572 dispuso el rápido envío de todos los reos sentenciados a pena de galeras, así como todos aquellos que estando en espera de sentencia merecieran dicha pena. En cuanto al colectivo gitano y bajo la justificación de “que en estos reinos y en muchas partes de ellos no embargante lo que por leyes y pragmáticas viejas y nuevas está proveído cerca de los que se dicen gitanos, hay mucho número de ellos”, se ordenaba taxativamente que las justicias correspondientes “procuren con gran diligencia de prender y tener a buen recaudo los que en su jurisdicción y distrito hallaren.
La mala fama de los gitanos había alcanzado su culminación en la década de los setenta. Habían quedado equiparados legalmente con los rufianes y los vagabundos, tal como se refleja en la primera gran redada emprendida contra los gitanos varones vagantes; si bien, a la postre, acabó  afectando a una importante población ya avecindada,lo que  perjudicó el proceso asentador iniciado desde los primeros años del siglo XVI.