Una historia, un olvido... el discurrir invisible de lo que existió y se desconoce

Este espacio pretende entender la historia como una disciplina que proporciona, tanto la información como los instrumentos necesarios para conocer el pasado, pero también como una herramienta para comprender al "otro", a nosotros mismos y a la sociedad del presente en la que interactuamos.

Conocer la historia de los gitanos españoles es esencial para eliminar su invisibilidad, entender su situación en la sociedad y derribar los estereotipos acuñados durante siglos.

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domingo, 1 de enero de 2017

Captura de varios gitanos estantes en Iglesuela (Toledo) en cumplimiento de la Real Cédula de 19 diciembre de 1572 (9/1/1573)

En el lugar de la Iglesuela de este marquesado y jurisdicción de esta dicha villa, supo y vino a su noticia (del alcalde), que en el dicho lugar estaban ciertos gitanos. Y luego los mandó prender con toda diligencia. Y se prendieron tres de ellos, que son de la calidad siguiente: el uno viejo como de edad del parecer de 55 años o más, según por él y sus canas blancas se parecía. Y el otro como de 40 años escasos, mozo recio y al parecer sano. Y el otro de la dicha edad de los dichos 40 años, poco más o menos, y al parecer manco de la mano. Y no se prendieron más porque huyeron otros dos, contra los cuales, el dicho señor alcalde mandó dar su carta requisitoria para que fuesen en su perseguimiento.

Vista de Iglesuela -Wikipedia-

Presos esperando en la cárcel a ser llevados a galeras

COMENTARIO: La Real Cédula de 19 de diciembre de 1572 dispuso el rápido envío de todos los reos sentenciados a pena de galeras, así como todos aquellos que estando en espera de sentencia merecieran dicha pena. En cuanto al colectivo gitano y bajo la justificación de “que en estos reinos y en muchas partes de ellos no embargante lo que por leyes y pragmáticas viejas y nuevas está proveído cerca de los que se dicen gitanos, hay mucho número de ellos”, se ordenaba taxativamente que las justicias correspondientes “procuren con gran diligencia de prender y tener a buen recaudo los que en su jurisdicción y distrito hallaren.
La mala fama de los gitanos había alcanzado su culminación en la década de los setenta. Habían quedado equiparados legalmente con los rufianes y los vagabundos, tal como se refleja en la primera gran redada emprendida contra los gitanos varones vagantes; si bien, a la postre, acabó  afectando a una importante población ya avecindada,lo que  perjudicó el proceso asentador iniciado desde los primeros años del siglo XVI.

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