Una historia, un olvido... el discurrir invisible de lo que existió y se desconoce

Este espacio pretende entender la historia como una disciplina que proporciona, tanto la información como los instrumentos necesarios para conocer el pasado, pero también como una herramienta para comprender al "otro", a nosotros mismos y a la sociedad del presente en la que interactuamos.

Conocer la historia de los gitanos españoles es esencial para eliminar su invisibilidad, entender su situación en la sociedad y derribar los estereotipos acuñados durante siglos.

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sábado, 1 de abril de 2017

El síndico de Santa Marta solicita al Consejo de Castilla, permita a Felipe Salazar avecindarse en Zafra y ejercer en ella como herrero (30/04/1746)

Juan Esteban Poios, vecino de esta villa, mayordomo de sus propios, con oficio de síndico procurador de su común por no haberlo en propiedad, como más haya lugar en derecho = Digo que componiéndose como se compone el todo del común de vecinos de esta dicha villa de labradores para el cultivo de sus tierras, que es el único ejercicio de que se mantienen por no haber otro ni componerse de comercio alguno, necesitan precisamente de dos maestros de herreros para las composturas y aderezos de las rejas de labor y demás pertrechos para evitar los muchos gastos y dilaciones que se les causan de hacer viaje a otro pueblo a buscar maestros de dicho oficio pudiéndolos tener en éste = y porque no hay más que un maestro, pues otro que había llamado Felipe Salazar, castellano nuevo, muy experto en dicho oficio que hacía lo más en dichas composturas, se halla de habitador en la villa de Zafra a causa de estar asignado en ella con los demás castellanos nuevos en virtud de la nueva Real Orden, y aunque se ha procurado por medio de la justicia de aquella villa su transportación a ésta, no se ha podido conseguir por decir depende de Tribunal Superior
Fragua gitana. Pintura de Isidoro Marín
COMENTARIO: durante el reinado de Felipe V se dispuso concentrar a todos los integrantes del Pueblo Gitano en determinadas localidades,  con el fin de controlar la movilidad de los gitanos y completar la sedentarización y asimilación iniciada dos siglos atrás. Desde 1717, muchas familias gitanas debieron abandonar sus avecindamientos de muchos años atrás e instalarse en los pueblos y ciudades señaladas por la referida pragmática y posteriores, no pudiendo salir de ellas sin licencia expresa de sus justicias. Un proceso de reasentamiento que aun en 1746 no estaba resuelto y que había dejado desprovistas a las pequeñas localidades campesinas de los trabajos que los gitanos desempeñaban en ellas, tales como los de jornaleros, horneros, esquilado de animales…; y, sobre todo, los de la herrería. Actividades manuales a las que los cristianos viejos eran reacios dedicarse por considerarlas infamantes.
La solicitud de Santa Marta para recuperar a su vecino Felipe Salazar es una muestra más de la vacilante, errónea y desconcertante política de asimilación emprendida por la corona española desde el siglo XVI. Solo tres años más tarde, un nuevo despropósito acabaría destrozando esta política de vecindarios cerrados. La redada realizada dentro del marco del proyecto de exterminio ideado para eliminar al Pueblo Gitano de España, demostró que la población gitana estaba prácticamente asentada en 1749 y que todo el esfuerzo realizado por ésta quedó en nada.

Felipe de Salazar, aunque consiguió recuperar su vecindad en Zafra, donde vivió junto a su mujer María Sebastiana de Acosta, sería una de las víctimas de la redada de la madrugada del 31 de julio de 1749. Presa su mujer, Felipe se presentó voluntariamente para seguir el mismo destino de los demás gitanos. Probablemente sería puesto en libertad tiempo después, al beneficiarse del indulto parcial del 28 de octubre de ese mismo año.