Una historia, un olvido... el discurrir invisible de lo que existió y se desconoce

Este espacio pretende entender la historia como una disciplina que proporciona, tanto la información como los instrumentos necesarios para conocer el pasado, pero también como una herramienta para comprender al "otro", a nosotros mismos y a la sociedad del presente en la que interactuamos.

Conocer la historia de los gitanos españoles es esencial para eliminar su invisibilidad, entender su situación en la sociedad y derribar los estereotipos acuñados durante siglos.

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martes, 6 de marzo de 2018

LOS MAQUIS NORTEÑOS APODADOS “EL GITANO” DURANTE LA POSTGUERRA ESPAÑOLA: Andrés Llaneza y Martín Santos

No eran gitanos, pero fueron conocidos así por su nombre de combate.

Andrés Llaneza Rozada nació en El Corral de Bayuetu, la actual Veró, el 24 de agosto de 1921. Su padre, Alfredo Llaneza, fue un minero con ideología socialista que había recibido el apodo de “El Gitano” por ser muy moreno de piel, aunque también se dice que se debía al estrecho contacto que tenía con los gitanos, con los que compartía afición y tratos de caballos. Sea por una causa o por otra, Andrés y sus hermanos heredaron ese sobrenombre.


Andrés durante el servicio militar

No fue lo único inmaterial que heredaron de su padre, también sus ideas socialistas y el espíritu luchador por la libertad y la República, a la que defendió como capitán del Ejército republicano; incluso, tras la toma de Asturias por el bando sublevado siguió combatiendo en los montes de Santa Bárbara, hasta que el 4 de noviembre de 1938 fue abatido en el Vescón de Luzdivina.
Huérfano de padre, Andrés hubo de emplearse como minero mientras vivió en Collado Escorial. Incorporado al Servicio Militar en el regimiento de Artillería, nº 26 con guarnición en Valladolid, y estando en su pueblo durante un permiso, se produjo un incidente crucial en su vida el 6 de junio de 1945, cuando acompañado de su amigo Aquilino García Iglesias, celebraron la victoria aliada en la II Guerra Mundial, entusiasmados por creer que la derrota de los fascistas europeos suponía el principio del fin de la dictadura franquista.
Andrés Llaneza "El Gitano"
La abundante consumición de bebidas alcohólicas, les animaron a cantar y vitorear el triunfo aliado y la probable caída del régimen franquista. Detenidos, fueron acusados de atentar “contra la seguridad del Estado”, siendo Andrés trasladado a uno de los calabozos del regimiento de Infantería Milán, del que apenas veinte días después se fugó para unirse a “los del monte”, las partidas de guerrilleros que actuaban en la cuenca minera, y que luchaban con la esperanza de derrocar al general Franco y reinstaurar la República.
Fue primer miembro del grupo asturiano controlado por el socialista Manuel Fernández Peón Comandante Florez, luego del virtual exterminio del grupo en 1947, formó su propio grupo que incluía a su hermano Mario también apodado Gitano, Aladino Suárez AladinoRaxiau y Canales .
Activo en la zona de Pola de Laviana-Infiesto tenía su base principal en la Sierra de Grandasllamas y mantenía contactos con los compañeros del centro de la provincia de León. Sin embargo, sobre el año 1951, la guerrilla asturiana estaba prácticamente finiquitada en todos los campos, tanto por la misma represión del Ejército franquista, como por haber quedado abandonados a su suerte por los Partidos Comunista y Socialista. Finalmente, los pocos maquis que operaban en Asturias a mediados de 1952, comenzaron a ser acorralados. Andrés y Fernando Álvarez Iglesias “El Alcalde” lo fueron en La Vallilfresnu en la madrugada del 30 de julio de 1952, cuando dos decenas de guardias civiles asediaron la cabaña en que se hallaban y los acribillaron por la espalda mientras intentaban huir.
Martín Santos "El Gitano"
El otro “Gitano”, también tuvo su campo de actuación en el norte de España. Se trata de Martín Santos Marcos, nacido en Viérnoles en 1920, aunque vivió en Cartes hasta la guerra. Con solo doce años se afilió a las Juventudes Comunistas.
El apelativo de “El Gitano” le vino por poseer también una piel morena, una peculiaridad por la que era frecuente atribuir ese apelativo a cualquier persona con dicha característica. De esta práctica existen abundantes noticias a lo largo de la Historia de los Gitanos, que llevaron la confusión en numerosas ocasiones, especialmente a la hora de ejecutar la redada de 1749, cuando algunos castellanos viejos fueron presos por llevar ese apodo, bien por su piel oscura, bien por ejercer ejercicios propios de gitanos, como la herrería.
Durante la guerra formó parte de las milicias de la Guardia Nacional Republicana y posteriormente en los guardias de asalto. Preso en Valdepeñas, fue condenado a cinco años de prisión, pero cuando se hallaba en un batallón de trabajo en Guadarrama, se escapó para contactar en Santander con los guerrilleros de la Vega de Pas.
Junto con el grupo de Reinosa comandado por “El practicante de Carabeos” y el de la guerrilla de los Picos de Europa, formaron la Agrupación Guerrillera del Norte, desde la que actuó en Campoo de Yuso y de Suso desde 1946 capitaneando la "Brigada del Gitano", posteriormente denominada “Cristino García Granda”, en honor del héroe de la resistencia francesa que fue fusilado en Madrid en febrero de 1946. Sus componentes vestían uniforme de tela mahón azul, pantalón, cazadora y una pequeña bandera republicana a modo de emblema.
Para mantener la operatividad del grupo debió atracar bancos, siendo uno de los más conocidos el efectuado en 1944 en Bilbao, con cuyo botín pudieron comprar armas y explosivos, con los que volaron en Reinosa las líneas de alta tensión durante las fiestas de San Mateo.
Las muertes, los abandonos y las capturas realizadas por la Guardia Civil redujeron considerablemente las fuerzas guerrilleras y el grupo de Martín quedó aislado de la organización, por lo que en 1949 decidió pasar a Francia, refugiándose primero en un piso franco de San Sebastián, hasta que finalmente pudo pasar posteriormente la frontera frontera.

PARA SABER MÁS:

COS BORBOLLA, Jesús de. Martín Santos Marcos. ‘El Gitano’. disponible en https://www.briega.org/es/historia/martin-santos-marcos-gitano.

SAAVEDRA, Antón. “Los Gitanos: la muerte o el monte”, 6 de febrero de 2013. Disponible en https://antonsaavedra.wordpress.com/2013/02/06/los-gitanos-la-muerte-o-el-monte/.
Llaneza Rozada, Andrés “Gitano”. Disponible en http://losdelasierra.info/spip.php?article4164.

jueves, 1 de marzo de 2018

DOCUMENTO DEL MES: “Manjón y los gitanos. La escuela antigitana del Ave María”

El padre Manjón en el barrio de los gitanos
La raza gitana, desconocida en sus orígenes e inexplicable en su existencia a través de los siglos, sin asimilarse ni civilizarse al contacto de los pueblos cultos, es otra de nuestras dificultades. 
Tal como hoy se encuentra, es una raza degenerada, y esta degeneración es hereditaria y se extiende a su parte física, intelectual y moral. 
Los gitanos nacen oscuros, viven flacos, hay muchos débiles y contrahechos, habitan en pocilgas, se mantienen del deshecho, viven al azar, malgastan la vida y se hacen viejos antes de tiempo. 
Su inteligencia, obtusa para las ideas espirituales y abstractas, discurre a maravilla en cuanto se dirige a la vida animal y de instinto, y es astuta y sagaz para la mentira y el engaño, que parece en ello ingénito. 
Su voluntad es débil e inconstante como la de un niño, y como carece de fundamento religioso y del hábito de obrar bien, decide de su conducta la pasión o capricho del momento. Lo serio, formal y grave, cuanto exige esfuerzo, sacrificio, aprendizaje o sujeción, es opuesto a su modo de ser, que consiste en vivir al día, flacos y derechos como espárragos, alegres como chicuelos con castañuelas y libres como gavilanes. 
Sus sentimientos bellos están reducidos al amor de la guitarra y del cante, música quejumbrosa y holgazana, que parece el eco de una raza sin esperanza de redención ni ideal de vida (…).
Vergüenza da el confesarlo, pero es cierto que, sin hablar de otros escándalos, el amancebamiento pasa como cosa corriente entre estas gentes; los padres ven y consienten con pasmosa indiferencia o inexplicable cobardía el concubinato de sus hijos, y de tales cepas no pueden brotar sino racimos de perpetuos escándalos y alejamiento de cuanto es delicado y puro, como la piedad y el pudor, la veneración de la mujer y el respeto a la inocencia.
Clase de Música
Se unen, no el hombre con la mujer, como Dios manda, sino el macho con la hembra, a estilo de bestias (…) se juntan, no con vínculos que duran lo que la vida, sino con uniones pasajeras (…); no para bien de sus hijos, sino para servirles de perpetuo escándalo con su lenguaje soez, conducta egoísta y relajada, explotando a veces su miseria y abandonándolos otras para satisfacer más a sus anchas groseras pasiones (…). ¿Para tan hondo y grave mal, qué remedio podrá encontrar? No hay otro que el de casar a los amancebados, esto es, sanar la raíz y disminuir el mal, mientras no pueda evitarse; hacer lo que se pueda y saber esperar, sin dejar de trabajar. Tras estas generaciones vendrán otras más cultas y menos decaídas.

COMENTARIO:
Tras leer estas líneas llenas de prejuicios y estereotipos, ¿quién no tacharía a su autor de racista? Bueno, pues hay quien aún sigue considerando al padre Manjón como un modelo de enseñanza hacia los gitanos y precursor, tanto de la escuela nueva como de la coeducación.
El padre Manjón, como producto reaccionario de su época, era poseedor de una fe ciega en la doctrina de la Iglesia, una circunstancia que le impidió ver más allá de las causas que realmente originaban la cotidiana miseria en la que debía desenvolverse la comunidad gitana. Así, bajo los presupuestos misioneros colonialistas, que desde un punto de vista etnocéntrico consideraban que las razas escogidas por Dios, tenían la obligación de ayudar y convertir a todas aquellas otras que se consideraban inferiores.
Clase de Geografía
Esta misión fue la que precisamente Manjón se impuso para los gitanos de Granada. Así, desde 1889, emprendió una especie de cruzada para redimirlos y salvarlos “de la ignorancia y el atraso, de la inmoralidad y degradación”; e ideó un proyecto aculturador, por el que a base de una instrucción continuada a lo largo del tiempo, complementada con la caridad y las pláticas religiosas, conseguir su conversión mediante la  adquisición de la cultura y la moral cristiana, integrándolos en la civilización y haciéndoles olvidar su identidad como gitanos.

PARA SABER MÁS: ABAJO, José Eugenio. “El padre Manjón y la escolarización de la infancia gitana”, en I Tchatchipen,  72, 2010págs. 27-35. Disponible en http://www.unionromani.org/tchatchionline/pdf/07205esp.pdf#view=Fit.
MANJÓN, A. Lo que son las escuelas del Ave-María. Modos de enseñar, 1948, Imprenta Talleres Penitenciarios de Alcalá de Henares.